Hay bandas que nacen de un sueño musical, y hay otras que nacen de algo aún más potente: la amistad. Tungas, originarios del barrio de Lindavista en la Ciudad de México, pertenece a esta segunda estirpe. No se formaron para ver qué pasaba; se formaron porque lo único que tenía más ruido que su entorno era lo que llevaban dentro. Y desde entonces, han hecho del punk rock chilango una bandera, una trinchera, y un lenguaje para narrar la vida como se vive en las calles de su ciudad.
Este 15 de junio, el Lunario del Auditorio Nacional será testigo de una descarga emocional y sonora que no necesita más adornos: Tungas llega con todo. Con una trayectoria que supera la década, la banda ha sabido mantener una intensidad feroz en su música y una honestidad brutal en sus letras, consolidándose como uno de los proyectos más representativos del punk nacional.

Desde su álbum debut Es lo mejor de seguir aquí (2009), pasando por El espíritu del tiempo (2010), Vamos perdiendo el corazón (2014) y el aclamado No nacimos para triunfar (2018), Tungas ha recorrido todo el país dejando sudor, riffs y memorias en cada escenario. Y aunque suene cursi —como ellos mismos admiten— no son una banda que hace música con amigos; son una banda que hace amistad con música. Una política de vida que se traduce en cada verso, cada grito, cada acorde.
No es casualidad que en 2012 hayan llegado al escenario del Vive Latino tras ganar un concurso de bandas. Lo suyo no ha sido suerte, ha sido constancia, convicción y una ética de trabajo que desafía las modas para mantener viva la esencia más cruda y vital del punk.
La cita es clara: 15 de junio en el Lunario. La preventa Banamex arranca el jueves 27 de febrero, y la venta general un día después en taquillas y Ticketmaster. No será un simple concierto: será una celebración de la hermandad, del barrio y del ruido que une más que cualquier palabra.








