La noche del viernes fuimos a disfrutar de show de Rubio en el Auditorio Black Berry. Mientras iba en camino iba recordando la manera en que su música llego a mí.
Como amante de producciones cinematográficas mexicanas comencé a ver la serie Señorita 89, la cual me pareció maravillosa y dedique algunas letras en este mismo espacio, pero al escuchar el soundtrack, recuerdo que pensé: wow, ¿qué es eso?, se escucha maravilloso y fui a ver de quién se trataba. Rubio en ese momento no era muy conocida en México, pero fue suficiente escuchar un par de canciones para saber que se trataba de una mujer con un grado de talento pocas veces visto. Fran Straube la front-woman del proyecto de Rubio, no solo compone, produce, es multiinstrumentista, sabe poner cada ritmo en el espacio y momento adecuado para conectar tan fuertemente con las melodías y letras de todas sus canciones.
Cuando tuve noticia de que estaría en un lugar íntimo en el centro de la ciudad, sabía que tenía que conocerla, incluso tuve la fortuna de entrevistarla vía zoom en donde nos contó varias cosas sobre la manera en que percibe su música y prometió volver ya que mucha gente se había quedado fuera de esa presentación. Luego la volví a ver en el Festival Ceremonia donde a pesar de que le tocó un horario de apertura, mucha gente llegó desde temprano a verla, sin importar el fuerte calor que nos cubría, recuerdo correr por todo el Parque Bicentenario para llegar a ver a tiempo su show.
Sin embargo, este concierto en el Auditorio Black Berry nos permitió conectar profundamente con Fran y su música tan auténtica. Abriendo con Después de Ahogarme, vaticinando que la piel se nos erizaría desde el principio hasta el fin. Corales, Ir y Oro, fueron las siguientes canciones con las que sus seguidores nos encontrábamos muy familiarizados, después tocó una muy buena rola de su anterior proyecto Miss Garrison.
Y aunque Fran no habló mucho durante el concierto, la comunicación fue más bien emocional, la conexión que logró fue increíble. Cuando llegó el momento de interpretar Nudo, yo sentí muchas ganas de llorar, quizá por cosas personales que en algún momento había pasado y conectaba con esta canción, pero al voltear a mi alrededor, me di cuenta que no era la única, vi a dos mujeres abrazadas tan fuerte y pensé que quizá en ese momento atravesaban por algo difícil en sus vidas, luego me di cuenta que ni siquiera venían juntas y que en ese momento, al verse vulnerables, simplemente se abrazaron sin conocerse. A parte de ellas vi a otras dos chicas con lágrimas corriendo en sus rostros, de ese nivel de conexión hablo.
Y es que la música de Rubio te trasporta, te conmueve, te lleva a mirar a tu alrededor con otros ojos, te pone a bailar y también te puede poner muy feliz.
Sus invitadas estuvieron de lujo, primero con Zemmoa cantante mexicana talentosísima que nos invadió con su presencia para cantar junto a Rubio, Hacia el Fondo. Más tarde subiría al escenario Renee Mooi con su encantadora voz y con su baile sumamente contagioso, nos atrapó, no podíamos dejar de verla y sentir toda la energía de su música.
Sin duda, esta presentación quedará en mi memoria como una de las más entrañables que haya podido presenciar en el Auditorio Black Berry.
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Fotos por: Fabián Zugaide