Una de las mejores presentaciones del Teatro Metropólitan sin duda alguna fue la de la noche de ayer, en donde una de las bandas españolas más respetadas y seguidas aquí en suelo mexicano, Jarabe de Palo, salió coreado por un teatro a tope.
En punto de las 20:50 el escenario se iluminó con luces multicolores, haciendo que la energía que ya se sentía en el inmueble detonara por completo, provocando entre los asistentes los gritos y aplausos para así recibir a los “Jarabe”, quien con tremenda alegría subieron al escenario a despertar todas las emociones de sus seguidores.
“¡Arriba México! Buenas noches. Que ganas de venir, que lujo que hayan llenado el teatro esta noche; como siempre estamos agradecidos de corazón…” fue la frase con que Pau Dones, líder de la agrupación, saludó a todo su público. “Vamos a tocar un montón de canciones de hace años que ustedes conocerán. Pásenla bien y disfruten del concierto”, esas fueron las palabras que le dieron el paso a “La Plaza de las palmeras”, canción con la que dio inicio el show.
Diversión, pasos de baile, alegría, brincos, son algunas palabras con las que me ayudo a describir todo lo que se vivió el día de ayer. Con “Depende”, un tema por más clásico de la banda, la melancolía brotó de los pulmones del público entre los cantos y los gritos que dejaban el alma en cada butaca, así como queriendo ser recordados por cada uno de los integrantes del conjunto con el pasar de los años.
Si la noche ya era por más estrepitosa, los Jarabe le dieron un plus al convertir todo eso en un mar de aplausos. “Hay una canción en la que tuvimos la oportunidad, el honor y el placer de compartir con una mexicana a la que adoramos y además de dedicársela a todos ustedes también es para ella”, fue la frase que provocó los acordes por más alegres de “A dónde vas”, tema en donde participan la cantante mexicana Ximena Sariñana y la española La Shica y que aparece en su última producción de estudio titulada “Somos”.
Con una actitud por más dinámica y parlanchines al por mayor, Jarabe de Palo se robaba los gritos de alegría. Con una agrupación maestra, las canciones tenían un sabor todavía más especial. La guitarra acompañaba con solos estrepitosos, el bajo le daba la tranquilidad a las canciones para disfrutarlas, con sonidos alegres y tintes un tanto clásicos, el teclado era el indicado. Si lo que buscaban eran paredes retumbando, la batería de Alex Tenas fue la encargada de hacerlo, el saxofón del maestro Jimmy Jenks Jiménez le daba el toque necesario de sensualidad a una noche grandiosa y la voz de Pau Dones era la encargada de liderar un tren de recuerdos.
Luego de la presentación de los integrantes, se acercaba el final de la velada, “como los echamos de menos. ¿Alguien nos podría decir por qué nos quieren tanto?, ¿acaso nos lo merecemos? Yo creo que no, pero en todo caso les agradecemos por seguirnos, por cantar aquí nuestras canciones. No tengo plantas para agradecerles este momento y no se olviden de nosotros porque tenemos cosas que compartir y si quieren estaremos ahí para siempre, con ustedes”. El Metropólitan se estremeció como pocas veces ha ocurrido, pero para irse y dejar un muy buen sabor de boca, hicieron un homenaje a Celia Cruz con el tema “La vida es un carnaval”, en donde se veían agradecidos por la vida con pasos de baile divertidos y ellos, los Jarabe de Palo, felices.
¿Alguna vez se imaginaron un concierto por más “Bonito”? Bueno, pues ese tema dio un golpe de autoridad musical al sonar en el cierre de uno de los mejores conciertos que se han presentado en este año. Si tienen la oportunidad de presenciar a estos locos en vivo, se quedarán grabados en su memoria tal y como a mí me pasó.