18 de Octubre del 2018, las ansias comían al respetable, porque todos sabían que serian la primera impresión de un curioso Vance Joy que pisaba por primera vez tierra mexicana.
El Plaza Condesa era el recinto adecuado, un lugar que comienza a forjarse una historia por si solo, un espacio intimo y perfecto para conectar con los seguidores mas fieles, que compran boletos para no quedarse fuera de una noche inolvidable.
9:12 pm y El Plaza estaba prácticamente lleno y James Gabriel Keogh (Vance Joy) se deslizaba para entrar a escena junto a su banda, tomo su guitarra y a media luz las hostilidades comenzaron con “Call if you need me” el primer sencillo de su segundo disco y el motivo por el cual se encontraba de gira.
Ya estaba hecho, nos tenia a todos amarrados y no iba a dejarnos ir, ni nosotros lo dejaríamos a él
“Mess in mine” continua el camino de lo que seria una noche perfecta, y los asistentes al Plaza apagan la voz amplificada de Vance Joy cantando al unisono uno de los hits internacionales que consiguió colocar en prácticamente todo el mundo
Demonios, apenas es la segunda canción y el tipo nos tiene comiendo de su palma.
Justo terminando el segundo tema, Vance Joy agradece a todos los presentes los aplausos, gritos y chiflidos que retumbaban en su cerebro para regalarnos una sonrisa y el arpegio de “Like Gold” uno más de los sencillos de su segundo álbum.
El sonido era perfecto, la vibra era increíble, la banda de Vance era más que sensacional y lo que comenzó con una incertidumbre, nos regaló a todos la sorpresa de que viviríamos una de las mejores noches del año y una de muchas por venir para el músico australiano que no paraba de sonreír.
Y así siguieron circulando grandes canciones de su nuevo disco que no desentonaban para nada cuando tocaba canciones de su álbum debut.
Uno de los momentos más especiales de la noche fue justo cuando interpreto “I’m with you” pues solo era Vance con su guitarra acústica frente a un Plaza Condesa que cantaba a todo pulmón “To know that i’m with you,
there’s nothing i can do” todo lo que lograba proyectar se te metía como una bala en el cerebro, no tiene la vanidad de hacer cosas complejas, porque no lo necesita, su voz es perfecta y te traslada a la melancolía inmediata.
Cuando todas las miradas estaban fijas en James y justo después de tocar “Wasted time”, él sabía que a los músicos que lo acompañaban les haría bien sentir todo el cariño que él estaba sintiendo, así que presentó a los miembros de su grandiosa banda y nosotros nos entregamos a ellos por lograr que viviéramos una noche mágica.
Solo 5 de las canciones mas icónicas del álbum que vio nacer a Vance Joy, desfilaron la noche de ayer: “Mess in mine”, “Wasted time”, “Froom afar”, “Georgia” y por supuesto “Riptide” que cerrló la primera presentación en tierras mexicanas para el australiano.
No existía otro modo de finalizar el primer encuentro con el público mexicano, “Riptide” era la canción indicada y aunque muchos nos quedamos con ganas de más, y a pesar de la famosa exigencia expresada en un “Otra, otra” el acto había terminado y quedamos satisfechos con ello.
Debo admitir que no era el mayor fan de Vance y aunque mis expectativas eran altas, el tipo consiguió superarlas por mucho con todo y un playlist de solo 14 canciones y un show que duró prácticamente una hora, fue perfecto no le hizo falta nada, ni siquiera que Vance nos regalara más palabras, o más interacción pues todo estaba implícito en esa sonrisa que le robó el corazón a México.