Hay canciones que llegan sin pedir permiso. No necesitan un contexto, una puta explicación, ni una razón para quedarse. Indian Summer es una de esas. Tiene esa forma sutil de meterse adentro pum!!!!, como una corriente de aire tibio en medio del otoño, como un recuerdo que no duele muucho pero se siente genial. cmo la canción.

No es una canción que busca impresionar. No hay fuegos artificiales, no hay grandes gestos. Solo una melodía que respira despacio y una voz que parece susurrarte algo que ya sabías pero habías olvidado. Me hizo pensar en esas veces en las que uno está bien, pero igual hay algo que tira, una nostalgia leve, como si el corazón recordara algo antes que la cabeza. Y no es tristeza, es más bien un tipo raro de paz: la de aceptar que hubo algo lindo, que pasó, que dejó su marca, y qaue jamas regresesará y que está bien así.

La escucho y me imagino un atardecer largo, de esos que parecen durar más de la cuenta. Una luz dorada cayendo sobre las cosas, tiñendo todo de un tono cálido, como si el mundo entero respirara más lento por un rato. Me gusta cómo suena el silencio entre los acordes, como si también dijera algo. Como si cada pausa estuviera pensada para dejar que uno se acomode adentro de lo que siente.

Hay algo inevitable en esta canción, algo que no se puede forzar. Como esos momentos en los que uno no está buscando nada, pero igual encuentra algo. Tal vez eso sea lo más lindo de todo: que no exige, no empuja, solo acompaña. No pretende curar, ni explicar. Solo estar. Y simpre, eso es más que suficiente.

Indian Summer me recuerda que lo simple también puede ser profundo. Que la belleza no siempre hace ruido. Que hay canciones que no necesitan hacer mucho para decirlo todo. Y que el verano, aunque se haya ido, deja un calorcito suave que dura más de lo que uno espera.