La música es un registro de emociones y sucesos de la vida que acompañados de ritmos dejarán una huella imborrable en la historia. Yogui, artista mexicano del sureste del país estreno el disco “Un Punketo haciendo rap” donde mezcla los generos que lo influenciaron para traer una propuesta diferente.

El rap tiene una fuerza única para capturar la realidad de su tiempo, reflejando las vivencias, luchas y sucesos de un entorno. Yogui con sus ritmos y letras sinceras, logró conectar profundamente con la audiencia, hablando el idioma y llevando sus historias a la Republica Mexicana. Esa autenticidad es lo que permite que su legado trascienda generaciones. Sus canciones, cargadas de coros pegajosos y ritmos del gusto del publico, dejarán una huella duradera que sigue resonando en la cultura. Así, el artista urbano crea un testimonio eterno que, al igual que el eco de su música, continuará influyendo en próximas generaciones.

“Un punketo haciendo rap” es un álbum de 12 tracks con colaboraciones de artistas como MOY, Dary Alva y el rapero yucateco Kimmø. Para este proyecto, el artista eligió a Max Chinasky como el beatmaker adecuado, logrando fusionar los ritmos del rap con instrumentos y melodías de rock, creando una atmósfera sonora única.

La esencia del disco se fundamenta en la filosofía del punk: no es necesario tener una formación académica en música; se trata de trabajar con los recursos disponibles y crear música sin la intención de alcanzar la fama. El objetivo principal es disfrutar del proceso creativo y de la interpretación en el escenario.

Hacer música es un viaje que debe disfrutarse en cada paso. Para Yogui, el proceso creativo es tan importante como el resultado final, porque es ahí donde se experimenta, se aprende y se encuentran nuevas formas de expresión. Cada melodía, cada letra y cada ritmo son parte de una búsqueda que invita al descubrimiento y al gozo. Por eso, más que enfocarse en la perfección, el verdadero arte está en sentir la música mientras se crea.

Yogui invita a las personas a escuchar, desconectarse por un momento de las preocupaciones, y simplemente dejarse llevar por el sonido. Disfrutar la música es disfrutar el presente, conectando con el aquí y el ahora, donde cada beat cuenta una historia y cada canción se convierte en una experiencia compartida.